NI LA EMOCIÓN SE PERDIÓ TALLADEGA

lunes, 1 de noviembre de 2010

Sólo por si acaso, Clint Bowyer comenzó con sus derrapes celebratorios varios minutos antes de que NASCAR lo declarara ganador de las Amp Energy Juice 500 del domingo en Talladega Superspeedway.

Un accidente de varios autos detrás de los líderes al comienzo de la última vuelta había puesto en duda el desenlace, y no fue hasta que Bowyer avanzó un cuarto de milla y detuvo su Chevrolet Nº 33 en la entrada del garaje que el auto se rodeó de gritos y choques de palmas por parte del equipo para que la multitud supiera que Bowyer había ganado su segunda carrera en la Caza por la Copa Sprint de NASCAR.

Si la victoria fue una reivindicación para Bowyer, cuyo triunfo en la apertura de la Caza en New Hampshire fue manchado por una penalización de 150 puntos luego de que su auto no pasara una inspección en el centro técnico de NASCAR, para el líder en puntos Jimmie Johnson y para el segundo Denny Hamlin fue un poco más que eso.

Johnson y Hamlin tuvieron problemas el domingo y finalizaron séptimo y noveno, respectivamente, permitiendo que Johnson expanda su ventaja sobre Hamlin de seis a 14 puntos. Kevin Harvick, compañero de equipo de Bowyer en Richard Childress Racing, se fue a casa segundo a pesar de quedar dañado en un choque de muchos autos en la vuelta 141, y acortó su déficit en relación a Johnson de 62 a 38 puntos.

Bowyer se había adelantado a Harvick en la curva 1 de la 188º y última vuelta cuando una violenta colisión detrás de ellos hizo que el auto de A.J. Allmendinger fuese a dar contra el muro interno de la pista motivando así la quinta neutralización de la carrera y fijando entonces las posiciones finales.

Con un empujón de David Reutimann, Harvick había llegado primero a la línea de largada/llegada del giro 187, pero un empellón del tercero Juan Pablo Montoya envió a Bowyer de vuelta a la punta por un capó de diferencia a medida que los autos pasaban por la curva 1 y se encendían las luces de la neutralización.

"Estaba seguro de que la teníamos", dijo Bowyer. "Cuando dos autos se enganchan, sólo se sueltan y ellos (Harvick y Reutimann) venían por afuera y nos presionaban, y luego yo dejé de apretar los frenos y volví a escaparme".

"Estábamos puerta a puerta allí y de repente ... (el spotter Mike) Dillon me gritó en el oído que la neutralización iba a salir. Miré al costado para asegurarme de estar delante de él. Pensaba que lo estaba, pero no lo sabía".

Esta victoria, la primera de Bowyer en un circuito en que su usa la brida restrictora, fue su segunda en la Caza, su segunda en esta temporada y la cuarta de su trayectoria.

Los momentos de ansia para Hamlin comenzaron en la vuelta 77, cuando fue desplazado al fondo del pelotón y perdió la succión. Retrasándose a razón de casi cuatro segundos por vuelta, el Toyota No. 11 de Hamlin quedó a una vuelta del líder cuando Harvick lo rebasó entre las Curvas 1 y 2 durante la vuelta 105.

Hamlin no recuperó la vuelta perdida hasta la 144, cuando le fue otorgado un rebase libre bajo la neutralización luego de una colisión entre siete autos en la recta opuesta, en la que la sección delantera del auto No. 29 de Harvick sufrió daños, así como la parte trasera del auto No. 48 de Johnson.

Sin embargo, los daños no fueron de consideración en ninguno de los dos casos, y durante el resto de la carrera, los tres pilotos ascendieron hasta llegar a las posiciones de vanguardia.

"Faltaron alrededor de seis pulgadas para que ganemos todas las carreras en pistas grandes de este año", dijo Harvick, quien ganó en Talladega en abril. "Es una de esas situaciones en las que, ganes o pierdas, es por pocas pulgadas. Es difícil quejarse porque puedes quedar atrapado fácilmente en un choque".

"Estoy feliz de que hayamos mantenido el trofeo en RCR. Si vas a perder contra alguien, es bueno perder contra tus compañeros de equipo y mantener el trofeo y el dinero en el lugar correcto".